Villavicencio y Ciudad Fantasmal

El hotel de Villavicencio estuvo activo hasta que se habilitó la nueva ruta 7 a fines de la década del 80'. La ruta vieja acá se conoce como "el camino de las 365 curvas" hasta que llega arriba en la montaña. Cuando se habilitó la nueva ruta, el hotel dejó de ser rentable. Hoy su propietario (y de miles de hectáreas en la zona) es el dueño de la embotelladora de agua mineral Villavicencio, Danone. Ellos han creado con apoyo del gobierno de Mendoza una reserva natural y área protegida.

Llegamos a una meseta desde dónde se podía ver el Aconcagua (a la derecha a mis espaldas). Visitamos una falla geológica conocida como "el balcón".

Después conocimos a "Panchita" una guanaco rescatada de casadores furtivos que quedó como mascota en la posada dónde almorzamos. Luego visitamos ciudad fantasmal, una zona minera que es explotada desde tiempos de los jesuitas. El último en explotarla fue una compañía inglesa que apenas la guerra de Malvinas en 1982, dejó las instalaciones abandonadas. Visitamos una mina, (me gustó porque era una mina profunda), y rompiendo con la tradición minera, entraron las mujeres trayendo mala suerte (así dice la tradición minera, no me digan nada a mi).

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